Poetas y escritores de El Salvador
Cada
21 de marzo se celebra el Día Internacional de la poesía para aprender sobre
ella y difundirla, así como también homenajear a aquellos para quienes "la
palabra libre" es el único instrumento para poder expresarse.
Vale
la pena recordar a los poetas y poetizas cuyos versos son referente
internacional de la poesía salvadoreña y, a pesar de la muerte de la mayoría de
ellos, sus obras literarias perpetúan sus valiosos aportes a la literatura
nacional.
Roque Dalton (1935-1975): Además de poeta fue
periodista, activista político y ensayista, sus primeros poemas los escribió en
la revista Hoja en 1955. Fue parte de la Generación Comprometida. Todos sus
versos están cargados de fuerte contenido social, entre su legado destaca:
“Taberna y otros lugares” (1969), “Poemas” (1968), “La Ventana en el
Rostro
“(1961), “El turno del Ofendido” y “El Mar” (1964). Una de sus piezas literarias más insignes es “Poema de amor".
“(1961), “El turno del Ofendido” y “El Mar” (1964). Una de sus piezas literarias más insignes es “Poema de amor".
Claudia Lars
(1899-1974): Su
nombre real fue Carmen Margarita Brannon Vega, nació en Armenia, Sonsonate, tan
sólo a los 17 años publicó un breve poemario: Tristes mirajes, pero fue hasta
1934 cuando “Estrellas en el pozo” le trajo reconocimiento a su trabajo,
influido por el paisaje y el tema familiar. Posteriormente publicó “Canción
redonda” (1936), “La Casa de Vidrio” (1942), “Tierra de Infancia” (1959), entre
otras.
Alfredo Espino
(1900-1928): Es
considerado uno de los autores clásicos de la literatura, no solo a localmente
sino en Centroamérica. Su único libro, Jícaras Tristes, es una compilación de
su obra en la que evoca la naturaleza, los colores y los niños. Y se publicó
dos años después de su muerte, en 1930. Uno de sus poemas más populares es
Cañal en Flor.
Alberto
Masferrer (1968-1932): Su
nombre completo es Vicente Alberto Masferrer Mónico. Se definía como
autodidacta y además de poeta fue ensayista, periodista, maestro y político. Su
literatura se inclina a la denuncia social. “El Rosal Deshojado” y “Prosas
Escogidas” recogen sus versos y prosas publicados póstumamente. Uno de sus
poemas más conocidos es “Justicia para El Indio”.
Todos
estos poetas han tenido un propósito de promover la enseñanza de la poesía;
fomentar la tradición oral; apoyar a las pequeñas editoriales; crear una imagen
atractiva de la poesía en los medios de comunicación para que no se considere
una forma anticuada de arte, sino una vía de expresión que permite a las
comunidades transmitir sus valores y fueros más internos y reafirmarse en su
identidad; y restablecer el diálogo entre la poesía y las demás manifestaciones
artísticas, como el teatro, la danza, la música y la pintura.
5
poemas de Alfredo Espino que todo Salvadoreño debe de conocer:
¿Recuerdas
uno de estos?
1. EL NIDO
“Es porque un
pajarito de la montaña ha hecho,
en el hueco de un
árbol, su nido matinal,
que el árbol amanece
con música en el pecho,
como que si tuviera
corazón musical”.
2. ASCENSIÓN
“¡Dos alas!… ¿Quién
tuviera dos alas para el vuelo?
Esta tarde, en la
cumbre, casi las he tenido.
Desde aquí veo el
mar, tan azul, tan dormido,
que si no fuera un
mar, ¡Bien sería otro cielo!…”
3. UN RANCHO Y UN LUCERO
“Un día ¡primero
Dios!
has de quererme un
poquito.
Yo levantaré el
ranchito
en que vivamos los
dos”.
4. Árbol De Fuego
“Son tan vivos los
rubores
de tus flores, raro
amigo,
que yo a tus flores
les digo:
“Corazones hechos
flores”.
5. LOS OJOS DE LOS
BUEYES
“¡Los he visto tan
tristes, que me cuesta pensar
cómo siendo tan
tristes, nunca puedan llorar!…
Y siempre son así:
ya sea que la tarde
los bese con sus
besos de suaves arreboles,
o que la noche clara
los mire con sus soles,
o que la fronda
alegre con su sombra los guarde…”
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